La ubicación era ultra top, justo en la Corran Esplanade, con vistas a la bahía de Oban. Desde aquí nos lanzamos a explorar el Islote de Mull, un puerto pesquero súper pintoresco y lleno de cosas chulas que hacer. ¡Nos lo gozamos de lo lindo en la destilería de Oban! Hicimos un tour guayísimo y pudimos catar sus malts espectaculares, especialmente su famoso single malt de 14 años. También nos aventuramos en excursiones a otras islas cercanas como Colonsay, Lismore e Iona. ¡Una locura de aventuras!

Si tuviéramos que pedir algo más para un grupo joven y fiestero como nosotros, sería tener un ambiente más animado en el hotel. Nos faltó un poco de onda nocturna para poder disfrutar al máximo de nuestras vacaciones.

Hotel a pie de costa, con vistas muy buenas desde la terraza. Habitación grande y cómoda. Estuvimos sólo una noche y nos fuimos tras desayunar, pero en general bien y sin problemas.

Poco parking del propio hotel o cercano. Por poner una pega, por construcción, hay habitaciones muy alejadas de la entrada, puede llegar a ser un poco laberíntico, hay ascensor un poco alejado.

Hemos disfrutado mucho de nuestra estancia en el hotel. La ubicación es perfecta, con hermosas vistas al mar desde el bar. Las instalaciones son generales son muy buenas, y las habitaciones son cómodas, tanto las estancias como las camas. Además, la zona es tranquila y conveniente para moverse caminando.

Recomendaría este lugar.

Mi habitación era recién reformada y de buen tamaño, tenía una mesa de trabajo, una tetera y una plancha. Ubicación: el hotel estaba en las inmediaciones de tiendas, de un aparcamiento, de un restaurante. Personal increíblemente agradable, lo sabía todo.

Fuimos un grupo de colegas y nos lo pasamos en grande. Visitamos el pueblo principal en la isla de Mull y fue alucinante. Tenía un rollo pesquero súper auténtico y había un montón de cosas para ver y hacer. Además, hicimos una visita a la destilería de Oban y la guía estuvo genial, nos dieron a probar unos maltes increíbles, ¡incluyendo su famoso single malt de 14 años! El Oban Bay Hotel estaba ubicado en una posición perfecta, muy cerca de todo lo que queríamos hacer. Además, pudimos hacer un montón de excursiones a las islas de los alrededores, como Mull, Colonsay, Lismore. ¡Fue una aventura en la costa oeste que nunca olvidaremos!

La única pega que tengo es que nos faltó un poco más de ambiente juvenil. Si bien el hotel cumplió con todas nuestras expectativas, nos hubiera encantado tener un poco más de diversión y fiesta para jóvenes.

La habitación dejaba mucho que desear por el precio que se pagaba por ella, no tuvieron en cuenta que había una cama extra en la reserva y tuvimos que cambiar 3 veces de habitación mientras nos toreaba la de recepción

El hotel está ubicado en primera línea de costa, con unas vistas excelentes desde la terraza. La habitación era espaciosa y confortable. Aunque solo estuvimos una noche, no tuvimos ningún problema y disfrutamos de una estancia agradable.

La selección de desayunos podría mejorar en cuanto a su relación calidad-precio. Sería conveniente ofrecer más opciones a un precio más razonable.

Las habitaciones eran provechosas en cuanto a relación calidad precio y bien equipadas, con fabulosas vistas, el personal extremadamente servicial. Su ubicación era tranquila, estaba muy, pero que muy cerca del mar, de tiendas y también de un aparcamiento.

Ubicación a pie de costa.

Nada que disguste.

El hotel está ubicado cerca del centro de la ciudad, lo que facilita el acceso a tiendas y restaurantes. Además, está cerca de la estación, lo que es conveniente para los viajeros que llegan en tren. se menciona que desde la cafetería se puede disfrutar de una panorámica espectacular.

Algunos huéspedes han señalado que el desayuno en el hotel fue deficiente y el servicio fue lento a la hora de pedir y recibir los alimentos.

Me han gustado mucho de verdad sus habitaciones recién reformadas y de buen tamaño y la comida deliciosa.

Mi habitación incluía un televisor de pantalla plana, una cafetera y una mesa de trabajo. El baño era bueno con una ducha a ras de suelo. Las vistas al patio interior eran asombrosas y la ubicación era estupenda, muy, pero que muy cerca del paseo marítimo y también de del restaurante principal.

Estancias cómodas. Camas confortables.3. Zona tranquila.4. Vistas geniales

Nada, ninguna queja.

El servicio de restaurante y las vistas al mar desde la terraza de la cafeteria

El largo pasillo y las escaleras que debes subir con las maletas hasta llegar al ascensor

El hotel esta bien, nada del otro mundo, pero nos vino el resumen de la tarjeta y en vez de cargarnos una noche, nos han cobrado dos, hace ya mas de u mes que volvimos, y nos devuelven el dinero, hemos escrito mails y nos dan largas, seguimos esperando que nos devuelvan el dinero.

El hotel está ubicado en una zona tranquila y con vistas increíbles. Las estancias y las camas son cómodas. Se puede mover uno andando fácilmente.

Me sentí muy a gusto, no tengo ninguna queja.